Algo
que se me escapa es la relación que pueda haber entre la crisis del
Covid19 y la movilidad urbana. Varias veces he leído a gobiernos
apostando por las energías renovables y una movilidad más sostenible
como la respuesta que las ciudades han de dar a los "retos de la nueva
normalidad" y aunque son propuestas obviamente positivas me cuesta
encontrar el link causa-efecto con el virus.
En
principio parece razonable que, tras ver la locura de los metros y
trenes llenos hasta la bandera durante la pandemia en Madrid y
Barcelona, mucha gente que no podía optar por el teletrabajo se
desplazase en coche, moto o bici al trabajo. Pues bien, en Barcelona
durante la pandemia el ayuntamiento ha eliminado muchísimas plazas de
aparcamiento de coche y moto, lo que parece contraintuitivo. Calles
enteras del ensanche han perdido un carril lateral dedicado a
aparcamiento reservado a los vecinos y de pago para visitantes, y se ha
convertido en carril exclusivo para peatones (que está siendo poco usado
por peatones, porque las aceras del ensanche son bastante anchas y por
el nuevo carril amarillo hay coches circulando cerca y al mismo nivel).
Aquí un ejemplo sacado del Periódico.es: Barcelona ampliará aceras y carriles bici para minimizar los contagios.
En Consejo de Ciento los vecinos ya no pueden aparcar.
Fuente: El Periódico.com
No
sé si son buenas o malas todas estas medidas, lo que pasa es que los
ciudadanos nos las hemos encontrado, sin un debate previo, sin un
análisis de coste-beneficios. No se sabe si durará hasta setiembre o si
es para siempre, porque la pintura utilizada es el amarillo de la
provisionalidad. No se sabe en función de qué criterios se mantendrá o
se eliminará cuando el consistorio tenga a bien...la noticia dice que "No es algo temporal, se apunta desde el Ayuntamiento de Barcelona. No habrá, salvo que sea por causas mayores, marcha atrás".
Esta otra notícia del diario británico The Guardian me sirve para comparar: 'A new normal': how coronavirus will transform transport in Britain's cities. Es
interesante porque el argumentario es exactamente el mismo que para el
caso de Barcelona, e imagino que para muchas otras ciudades. Traduzco un
fragmento de la noticia:
"Debido a la crisis del Covid19 nuestros sistemas de transporte público no pueden operar a capacidad completa. Si los ciudadanos toman en masa el coche, esto provocará atascos, hundimiento económico porque habrá retrasos en entrega de mercancías y mayor polución del aire - nada recomendable en el contexto de una pandemia de enfermedad respiratoria. La única manera de que Londres no vea comprometidas ni sus carreteras ni su transporte público es que los ciudadanos se muevan andando y en bicicleta tanto como sea posible"
Estas son
palabras de un responsable de transporte de esa ciudad, Will Norman. Londres,
una ciudad donde llueve muy a menudo, que es enorme y que tiene unos
precios inmobiliarios que obliga a vivir bien lejos del centro, no
parece que sea la más indicada para proponer a la ciudadanía que "camine o
vaya en bici" al trabajo. Pero es que Londres no está proponiendo una solución adaptada a su idiosincrasia, sino que por alguna razón que se me escapa
está proponiendo (o imponiendo) lo mismo que Barcelona. De nuevo me da la
impresión de que aquí detrás no hay un consistorio sentándose y bucando
la mejor solución para su ciudad, sinó que están aplicando una hoja de
ruta que no se sabe bien quién ha escrito.
Una declaración más de Norman puede ser clave:
“We have no choice,” said Norman. “This is not ideological opportunism. This is a necessity.”
¿Por
qué no tienen opción? ¿Quién decide que no hay otra opción? Y todo
esto, ¿cómo se conjuga con gobiernos como España o Alemania
subvencionando la compra de coches para superar la crisis económica provocada por
el encierro?
Me
pongo a buscar documentos genéricos sobre el tema, que puedan haber
usado los ayuntamientos para diseñar su respuesta a la nueva movilidad
post-pandemia, y empiezo a mirar si hay algo de McKinsey, y obviamente
que lo hay:
- El McKinsey Center for Future Mobility publicó este mayo un estudio escrito por un estadounidense de Detroit (ciudad muy dependiente de la industria
automobilístiac), un chino y 4 alemanes (5% de su PIB proviene de esta
industria). Título: El impacto del Covid en el futuro de la movilidad
- La web de la Asociación Nacional de Transporte Urbano NACTO, con base en NY, tiene todo un apartado sobre cómo adaptar la ciudad a las nuevas necesidades de transporte. Barcelona parece haber seguido a rajatabla las ideas que aparecen aquí: Calles para dar respusta a la pandemia y recuperación.
- El International Transport Forum de la OCDE ha publicado en mayo un análisis de las modificaciones que han ido haciendo diferentes ciudades: Re espaciando nuestras ciudades para ganar resiliencia
Parece ser que una característica de la nueva normalidad es que va a ir igualando los paisajes de ciudades del mundo, a priori, muy dispares. Y espero que no se me malinterprete, porque ni me estoy quejando de las calles pacificadas, ni de que los informes McKinsey los escriban siempre alemanes. Pero me llama la atención la manera cómo se están haciendo las cosas. Seguiremos atentos.
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